La mayoría de la información que a continuación se presenta, proviene de un artículo escrito por Louis Even en marzo de 1970, en él da un resumen de un folleto publicado en 1969 titulado "Nuestra Señora regresa a Egipto", escrito por el Padre Jerome Palmer, un benedictino estadounidense. 

En la gran mayoría de las apariciones de la Virgen María a lo largo de la historia, Nuestra Señora ha sido vista y escuchada solo por los pocos videntes presentes, la mayoría de ellos incluso niños pequeños, como en Fátima en 1917. En Fátima, más de 70.000 personas pudieron ver el milagro del sol el 13 de octubre, según lo anunciado por los tres pequeños videntes, y eso ya es fuera de lo común. 

Pero, hay una aparición aún más extraordinaria, aprobada por la Iglesia, donde la virgen María fue vista por cientos de miles de personas. Todo esto sucedió en Zeitoun, un suburbio del norte de El Cairo, la capital de Egipto, entre 1968 y 1971, donde más de un millón de personas en total vieron a la Virgen María. "Estos eventos no han tenido igual en el pasado, ni en Oriente ni en Occidente", estas son palabras del obispo copto ortodoxo Gregorius quien fue testigo del acontecimiento. 

Fue en Egipto donde, advertido por un ángel, José se exilió, con Jesús y María, porque Herodes buscaba al Niño para matarlo (cf. Mt 2, 13). La Sagrada Familia permaneció allí durante seis años, hasta la muerte de este rey celoso y sanguinario. Fue este hecho el que inspiró al Padre Palmer a escribir el título de su libro sobre las apariciones de 1968.

Después de Pentecostés, el cristianismo fue llevado a Egipto, primero por San Marcos, el evangelista, ahí fundó la sede episcopal de Alejandría. La Iglesia de Egipto produjo un número notable de santos. Mártires de la fe por las persecuciones que se produjeron durante los tres primeros siglos del cristianismo. Fue en Egipto donde nació el monaquismo cristiano en 318, cuando San Pacomio reunió ermitaños para santificarse en una vida comunitaria, en Tabenna, a orillas del Nilo al norte de Tebas, Alto Egipto. Pacomio vio su trabajo desarrollarse rápidamente; cuando murió en el año 346, contaba con 9 monasterios en los que vivían 7000 monjes, y dos conventos establecidos por su hermana.

Hoy, como en todos los países árabes, el islam de Mahoma es la religión dominante en Egipto, pero existe libertad religiosa. El 90% de los 102 millones de habitantes (cifras de 2020) son musulmanes, y el 10% son cristianos, llamados coptos en Egipto. Y esta minoría cristiana es casi toda de la Iglesia Ortodoxa, luego unos pocos cientos de miles de católicos.

En las Iglesias orientales, tanto católicas como ortodoxas, algunos obispos llevan el título de patriarca, ya sea porque la sede episcopal que ocupan fue establecida por uno de los Apóstoles, o porque fueron erigidas en la región. En la actualidad, la Iglesia católica tiene dos clases de patriarcas: reales y titulares. Entre los primeros se reconocen algunas sedes orientales, alrededor de las cuales se organizan unas Iglesias católicas orientales, y tres patriarcados titulares latinos. Este es el caso de la sede episcopal de Alejandría, que se remonta a San Marcos. Así que hay un patriarca ortodoxo y un patriarca católico de Alejandría; pero los ortodoxos residen en la misma Alejandría, mientras que el patriarca católico del mismo título reside en El Cairo.

La primera aparición de María

Por razones que sólo ella conoce, ninguna de las dos catedrales que existían en ese momento fueron elegidas por la Santísima Virgen para su aparición de 1968. Tampoco es una iglesia católica romana, sino una iglesia ortodoxa llamada "Santa María". Esta iglesia se encuentra en Zeitoun, un barrio popular al norte de El Cairo, junto al lugar donde vivió la Sagrada Familia durante su exilio en Egipto.

En 1920, un rico terrateniente copto, Tawfiq Khalil Bey, se propuso construir un edificio en un terreno que poseía en Zeitoun. La Virgen se le apareció en un sueño y le prometió que, si construía una iglesia en lugar del edificio proyectado, ella honraría el lugar de una manera singular, apareciendo allí cincuenta años después. La iglesia fue construida en 1924, bajo el nombre de "Santa Marie". Frente a la iglesia se encuentra un taller mecánimo de autobuses de transporte público.

La iglesia, inspirada en la célebre basílica de Santa Sofía en Constantinopla, está coronada por una cúpula central y cuatro cúpulas más pequeñas en las cuatro esquinas del edificio. Fue por encima de esta iglesia, no dentro, que María se manifestó, como lo había prometido.

En la noche del 2 de abril de 1968, la atención de los mecánicos y choferes en el taller mecánico se centró en los fuertes ruidos y movimientos en la calle. Luego vieron, en la cúpula central de la iglesia, a una mujer vestida de blanco, con la mano apoyada en la cruz que se encuentra sobre esta cúpula. Los mecánicos y choferes, todos musulmanes, contaron en detalle lo que vieron.

Al principio, cuando vieron esta forma blanca, pensaron que estaban en presencia de una monja con un hábito blanco, como notaron que la mujer estaba parada sobre una superficie redonda y resbaladiza, le gritaron que tuviera cuidado y esperara. Uno de ellos, temiendo que fuera una persona que quería suicidarse, alertó a la policía, otro llamó a la puerta de la iglesia. Fue el hijo de uno de los sacerdotes ortodoxos de la parroquia, el padre Youssef Ibrahim, quien abrió la puerta. El joven, de 18 años, constato la aparición e informó a su padre, quien inmediatamente informó al superior, el padre Constantin Moussa. Mientras todo esto pasaba, una multitud comenzó a reunirse frente a la iglesia, eran tantas personas las que se reunieron para ver lo que sucedía, que el tráfico tuvo que ser detenido en la calle Touman Bey. El párroco escribió un informe oficial. 

Fueron cientos de apariciones de María las que siguieron, siendo esta la primera. La figura de María atraería a personas de todo Egipto y otros países; cientos de miles de personas de todas las edades y religiones, musulmanes, ortodoxos, católicos, protestantes. Todos podían verla con sus propios ojos y aclamarla con entusiasmo.

Las apariciones continuaron durante tres años, hasta 1971, siempre sucedían entre las 9 de la noche y las 6 de la mañana. A veces duraban solo unos minutos, y otras ocasiones duraban una o dos horas, incluso más, podían ser interrumpidas y volver a comenzar en la misma noche. 

En general, duraron más tiempo en los primeros meses. La noche del 8 de junio de 1968, incluso se vio una aparición que duro ininterrumpidamente desde las 9 p.m. hasta las 4:30 de la mañana.

Las primeras veces, la Virgen María se apareció casi todas las noches; luego, el resto del año, la frecuencia promedio era de tres noches por semana. Pero sin un plan definido, de modo que no se podía saber de antemano qué noche se vería a la Santísima Virgen. Los visitantes, especialmente los que venían de lejos, se reunían varias noches seguidas, a menudo se quedaban hasta una semana, para beneficiarse de una o incluso varias apariciones.

La aparición de la Santísima Virgen generalmente se anunciaba con luces misteriosas y de varias maneras. A veces un globo luminoso, tan deslumbrante que los ojos tardaban unos minutos en distinguir la figura de la Virgen que destacaba de él. Otras veces, destellos como relámpagos, pero silenciosos o lo que parecía ser una lluvia de estrellas o de diamantes. Con frecuencia, la luz parecía salir de una de las cúpulas de la Iglesia, y luego iluminaba todo el techo y la parte superior del domo central. Incluso sucedió que se vio a la Virgen salir gradualmente de una cúpula, mientras todas las ventanas de las cúpulas estaban fijas y sin poder abrirse.

Se parecía tanto a la medalla milagrosa, creada por Santa Catalina Labouré en 1830, a petición de la Virgen María y muy popular en Egipto, gracias a las misiones y escuelas católicas, que la multitud la identificó inmediatamente con la Virgen María. 

La Virgen se mostró de tamaño natural. Color uniforme, blanco con quizás un ligero tinte de azul pálido para algunos ojos. La Santísima Virgen siempre aparecía en silencio; podría haber sido tomada por una estatua, pero no estaba completamente inmóvil. No tenía los pies en el techo, se posaba en el aire, sus pies no podían ser vistos, su vestido era largo y los cubría. 

A lo largo de estas apariciones, María no pronunció una sola palabra, pero mostró interés en la multitud, inclinándose como para saludarlos. Se movía de lado a lado por encima de la Iglesia, para que todos tuvieran la oportunidad de verla desde el frente. Era como si se deslizara de un lado a otro en el aire; su vestido flotaba de acuerdo con el movimiento del aire, su rostro a menudo sonriendo, otras veces, bastante seria y como triste, pero siempre benevolente.

Una aureola blanca alrededor de la cabeza le daba a la Virgen un aire majestuoso. A veces llevaba una corona, otras veces no, lo que podría variar de una aparición a otra en la misma noche. A veces se mostraba con el Niño Jesús en sus brazos, como la "Theotokos" de los iconos orientales (Theotokos es una palabra griega que significa Madre de Dios); tal vez quería identificarse como María, Madre de Jesús, y no como otra santa del paraíso. María también se apareció, al menos una vez, acompañada por San José y el Niño Jesús, que parecía tener unos doce años.

¿Pájaros o ángeles?

Otro fenómeno especial en estas manifestaciones marianas fue la presencia de criaturas parecidas a pájaros, más grandes que palomas, de un blanco tan inmaculado, como sí emitieran luz. Se veían antes, durante y después de las apariciones, a veces incluso cuando no había apariciones. ¿De dónde venían y a dónde iban?; nadie podía decirlo. De repente aparecían y desaparecían de la misma manera.

Estas « aves » volaban más rápido que las palomas, sin batir sus alas. Parecían deslizarse por el aire, más que volar. Eran dos, tres, seis o más... siempre en formación; formaban un triángulo, a veces una cruz o en líneas paralelas. Una noche eran 12, en dos filas de seis, en perfecta armonía de distancia y velocidad.

Multitudes

Las multitudes se concentraron alrededor de la Iglesia de Santa María en Zeitoun durante 14 meses. Se estima que hubo en promedio 50,000 personas por día en 1968; algunas noches, 250,000 y más. El patio, al oeste de la iglesia, pronto fue demasiado pequeño, su cerca fue rápidamente tumbada. La ciudad de El Cairo se vio obligada a prohibir el tráfico de automóviles en el área que rodeaba la Iglesia. También tuvo que trasladar el taller mecánico y otros edificios hacia otros lugares. 

A pesar de esto, la asistencia seguía aumentando, llego un momento, en que incluso era extremadamente difícil moverse. El padre Palmer le pregunto a dos musulmanes que le informaron sobre una aparición, si no se habían sentido impulsados a arrodillarse cuando apareció la Santísima Virgen, los dos videntes respondieron: "Arrodillarse era imposible porque estábamos muy apretados. Quienquiera que lograra hacerlo habría sido pisoteado rápidamente".

La multitud aclamaba con entusiasmo cada aparición de la Virgen María y la invocaba fervientemente. Los musulmanes recitaban versos del Corán. Los coptos ortodoxos y católicos rezaban y cantaban himnos en árabe. Otros rezaban en griego. Hubo una renovación de la fe y el fervor, así como conversiones. El clero ortodoxo, el clero católico, los pastores protestantes, todos fueron unánimes en que se observó una mayor asistencia a los servicios religiosos. 

Investigaciones de las autoridades religiosas

Su Santidad Cirilo VI de Alejandría, Papa y Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Copta de Egipto, instituyó una comisión compuesta por 12 obispos y sacerdotes coptos, encargados de estudiar los fenómenos de Zeitoun, que concluyó rápida y favorablemente: "Tenemos el gran honor de presentar a Su Santidad el resultado de las investigaciones llevadas a cabo sobre las apariciones de la Santísima Virgen en nuestra Iglesia Ortodoxa Copta en Zeitoun, El Cairo. El 23 de abril de 1968, después de haber sido nombrados por Su Santidad, fuimos al lugar donde se encuentra la Iglesia e hicimos contacto con aquellos que habían presenciado las apariciones. Después de recoger las declaraciones de los empleados del taller mecánico, llegamos a la conclusión de que la aparición de la Santísima Virgen María ocurrió varias veces en la parte superior y dentro de las cúpulas de la iglesia desde el 2 de abril de 1968. Estas apariciones fueron observadas principalmente por los empleados del taller, cuyo testimonio fue confirmado por los habitantes de Zeitoun, tanto musulmanes como cristianos. Multitudes de personas de diferentes partes del país pudieron observar las apariciones de la Santísima Virgen, y muchos de ellos certificaron la realidad de estas apariciones y enviaron sus testimonios, acompañados de mensajes escritos entusiastas. Deseando ver la aparición con nuestros propios ojos, para poder juzgarla con certeza, pasamos varias noches en las cercanías de la iglesia.

Finalmente, vimos la silueta de la Santísima Virgen rodeada por una aureola. Luego apareció en su totalidad y se movió entre las cúpulas, se arrodilló ante la cruz y finalmente bendijo a la multitud. Otra noche vimos palomas tan blancas como la nieve, irradiando luz. Las palomas aparecieron repentinamente y también desaparecieron misteriosamente. Parecían volar desde la cúpula hacia el cielo y no batían sus alas como suelen hacer los pájaros. Hemos glorificado a Dios Todopoderoso por permitir que los habitantes de la tierra vean la gloria de los habitantes del cielo".

Uno de los investigadores enviados por el patriarca, el obispo Atanasio, de Beni Suef, pasó toda la noche del 29 al 30 de abril de 1968 en Zeitoun. Esto es lo que Su Excelencia le dijo al Padre Palmer:

"Lo primero que vi cuando llegué a Zeitoun, alrededor de las 11 de la noche, fue algo en la abertura debajo de la cúpula noroeste. Una figura, de color no muy brillante, comenzó desde la parte inferior de la abertura y se levantó lentamente. Al principio no lo vi, pero muchas personas me señalaron para poder verlo. Poco a poco me di cuenta de su presencia, duró unos veinte minutos, luego desapareció. Le dije a la gente que si no pasaba nada más, no podría hacer un reporte. Había muchas personas allí, y nos quedamos hasta las 3:45 de la mañana.

Al amanecer, algunos de los que habían venido conmigo vinieron corriendo desde la carretera norte a lo largo de la iglesia y dijeron: "La Santísima Virgen está sobre la cúpula central". Me dijeron que unas nubes cubrían la cúpula, cuando lo que parecían lámparas fluorescentes comenzaron a iluminar el cielo. De repente, Ella estaba allí, en plena estatura.

La multitud era aterradora, pero acudí y logré abrirme camino hasta encontrarme frente a la Virgen. Estaba allí, en lo alto del aire, de 5 a 6 metros sobre la cúpula, completa, como una estatua fluorescente, pero no rígida. 

Fue muy difícil para mí permanecer frente a la aparición, pues las olas humanas me empujaban por todos lados. La multitud podría estimarse en 100,000 personas. Durante un período de aproximadamente una hora, alcancé una posición frontal ocho o nueve veces. Me estaba cansando y me dije que eso era suficiente para mí.

Al alejarme de la multitud, escuché nuevamente los gritos de la gente. Consideré indigno de mí mismo irme cuando la Santísima Virgen estaba allí. La cerca que rodeaba el patio había sido derribada. Así que regresé a la pequeña casa al sur de la iglesia, y me refugié allí de cuatro a cinco de la mañana. Ahí, desde el interior, seguí observando la aparición. No desapareció. Nuestra Señora tenía su rostro vuelto hacia el norte. Ella saludó con la mano, bendijo a la multitud, girando un par de veces en la dirección en la que estábamos. Sus ropas ondeaban en el viento. Estaba muy serena y llena de gloria. Algo realmente sobrenatural y muy, muy celestial. Esta aparición duró hasta las 4:55 a.m. Luego comenzó a debilitarse gradualmente hasta que desapareció. He vuelto a la escena varias veces desde entonces, pero fue la aparición de esa noche lo que me dejó con la mayor impresión.

Otra noche tomé la llave de la iglesia, entré y cerré la puerta desde adentro. Mientras estaba parado en la escalera que conduce desde el segundo piso hasta la parte superior, mis ojos observaban hacia el interior de la cúpula. Nadie podía verme. Mi cuerpo comenzó a temblar, me aferré a la escalera, sentí que había algo inusual en esto. Oré: "Si estás aquí, oh, Santísima Virgen María, permíteme verte, sólo quiero dar testimonio de tu presencia". Entonces escuché a la gente gritar, salí corriendo. Entonces vi a la Virgen parada a un metro sobre la plaza donde yo había estado".

La declaración oficial de Cirilo VI, del 5 de mayo de 1968 fue publicada en las principales secciones de prensa egipcios y en la prensa extranjera (The Times, Le Figaro, The New York Times, etc.), describiendo los principales fenómenos y concluyendo:

"La sede patriarcal declara con plena fe, gran alegría y humilde gratitud al Todopoderoso, que la Santísima Virgen María se ha aparecido varias veces en forma clara y estable, durante varias noches y durante varios períodos de hasta más de dos horas, desde el 2 de abril de 1968 hasta ahora,  sobre la iglesia copta de Zeitoun, en El Cairo, en el camino a Matarieh, donde la Sagrada Familia vivió durante su estancia en Egipto, según lo registrado por la tradición. Esperamos que esta bendición sea un signo de paz para el mundo y un presagio de prosperidad para nuestro amado y bendecido país". 

Casi al mismo tiempo, el cardenal Stephanos I Sidarous, patriarca de la Iglesia copta católica (en unión con Roma), se unió a este reconocimiento oficial, declarando: 

"No hay duda sobre la realidad de estas apariciones, que han sido confirmadas por muchos fieles católicos coptos confiables conocidos por su extrema integridad. Fueron testigos de las apariciones de la Santísima Virgen María y me dieron descripciones muy completas de ellas. La hermana Paula de Mófalo, una monja católica romana conocida por su rectitud y sentido común me aseguró la autenticidad de las apariciones de Zeitoun. Estaba temblando cuando me dijo que no había sido la única en observarla, sino que miles de personas habían visto a Nuestra Señora al mismo tiempo que ella". 

El Papa Pablo VI también envió dos observadores, y al nuncio católico. El arzobispo Lino Zanini, declaró que la Santa Sede respetaba la autoridad de la Iglesia local en este asunto y se remitía a su juicio.

El jefe de la iglesia evangélica y presidente del sínodo de todas las iglesias protestantes de Egipto, el Reverendo Dr. Ibrahim Said, también habló a favor de la autenticidad de las apariciones de Zeitoun, al igual que varias personalidades de las Iglesias greco-católica y ortodoxa griega.

Desde 1969, la Iglesia Ortodoxa Copta insertó en su calendario litúrgico una fiesta de la transfiguración de la Virgen María en Zeitoun, celebrada cada año el 2 de abril.

Investigaciones e informe del Gobierno

El director de Información y Quejas, presentó al Ministro de Turismo Hafez Ghanem un informe detallado, confirmando el testimonio de los trabajadores del taller mecánico y atestiguando 27 apariciones de la Santísima Virgen desde el 2 de abril de 1968 hasta la fecha del informe, agregando que cualquier posibilidad de fraude había sido descartada después de investigaciones escrupulosas.

El presidente Gamal Abdel Nasser, jefe de Estado de Egipto desde 1958 hasta su muerte en 1970, también fue testigo de las apariciones y no pudo explicar su origen. La policía examinó la Iglesia donde se produjeron las apariciones y sus alrededores, dentro de un radio de aproximadamente 30 km, y no pudo encontrar ningún proyector u otro medio que pudiera haber proyectado las imágenes de la Virgen en las cúpulas de la iglesia. La ciudad incluso cortó la electricidad en el área por un tiempo por la noche para verificar si una fuente eléctrica no estaba en el origen de las apariciones, pero la Virgen continuó apareciendo de todos modos. 

Con el tiempo, la iglesia de Santa María, con sus 250 m², ya no podía acoger a la creciente comunidad de fieles, al gran número de peregrinos que acudían al sitio. El presidente Gamal Abdel-Nasser decidió trasladar la terminal de autobuses que se encontraba frente a la iglesia a otro lugar y entregar a la iglesia copta esa tierra para construir una catedral. La primera piedra de la nueva catedral fue colocada por el Papa Shenouda III el 25 de marzo de 1976. Ahora es la segunda iglesia más grande de medio oriente, con capacidad para más de 4,000 fieles, y es conocida como la Catedral de la Santísima Virgen de Zeitoun; la iglesia original es conocida simplemente como la Iglesia de la Manifestación.

Zeitoun significa "aceitunas" en árabe, y el olivo es una rama de este árbol, que fue sostenida por la Virgen durante algunas de sus apariciones, siendo un símbolo de paz en un momento en que la minoría copta estaba amenazada con una fuerte opresión planeada por Anwar Sadat (presidente de Egipto desde 1970 hasta su asesinato en 1981), este era un musulmán bastante fanático antes de estas apariciones.

Las manifestaciones sobrenaturales de Zeitoun no tienen equivalente en ninguna otra religión. Nunca se ha dado a conocer una manifestación sobrenatural comparable, y una noticia tan extraordinaria que proporcione evidencia de la verdad de la fe cristiana, obviamente debería haber dado la vuelta al mundo y provocado múltiples conversiones, si los corazones no estuvieran cerrados por tantos prejuicios, y si los medios de comunicación cubrieran imparcialmente lo que concierne al cristianismo y sus revelaciones. 

En su artículo sobre las apariciones de Zeitoun, Louis Even concluye:

"Puesto que María no pronunció una palabra en Zeitoun, nadie puede afirmar el propósito específico de estas apariciones. Pero una cosa es cierta, y es que Ella estuvo ahí, como en todas sus visitas a la tierra, como Madre de Gracia, para hacer el bien. Las multitudes que la vieron allí están de acuerdo en expresar su aire de bondad; ya sea sonriente o seria, las palmas de sus manos se volvieron hacia la multitud, saludando con benevolencia. Ella saludó y bendijo. Se han reportado muchas conversiones y esperemos que sigan siendo numerosas. 

"Si María no pidió, como en la mayoría de sus apariciones contemporáneas, orar y hacer penitencia, no es menos cierto que vino como misionera. Al igual que su Hijo Jesús, se preocupa por ver a las almas alejarse del bien, desea santificarlas y obtener su salvación. El hecho de que nueve de cada diez de las personas que fueron favorecidas por las apariciones fueran musulmanes, ni siquiera cristianos, puede ser sorprendente. Pero no debemos olvidar que María es la Madre de todos los hombres. Ella los quiere a todos bajo su manto de Madre, Ella quiere la salvación de todos.

"María no puede ser indiferente a un Egipto en cuya tierra pisó, con su esposo José y su Divino Hijo, todavía un niño, pero ya perseguido. No es indiferente tampoco, a las súplicas que deben ser escuchadas en el cielo por la multitud de santos producidos por el Egipto cristiano de la antigüedad.

"Sea como fuere, los designios de Nuestra Señora sólo podían ser, allí como en los otros países donde multiplica sus visitas, planes de amor y apostolado. ¡Gloria, mil veces a María!"