En 1993, Madre Angélica, de EWTN, el canal Católico, apareció en un programa arremetiendo contra el establecimiento liberal y modernista en la Iglesia, con una emisión titulada "La Agenda Oculta". En él, ella se lamentaba de la destrucción de la Fe causada por sacerdotes, obispos y comunidades religiosas infieles.

Durante años, había visto y experimentado las heridas de la "Gran Apostasía", un término acuñado por su amado Papa San Juan Pablo II. El estado de cosas en la Iglesia en toda América era una fuente continua de dolor y resentimiento para ella.

El Día Mundial de la Juventud, en 1993, donde para el Vía Crucis, el rol de Jesús fue interpretado por una mujer, fue demasiado para la Madre. A continuación transcribo el  texto editado para esta sección de un breve clip de la Madre declarando que ella está orgullosa de ser católica.

« Dios es mi Padre, nunca arrancarán eso de mí. Se han mantenido fuertes por mucho tiempo. Ustedes se han puesto al día con esa basura que han mantenido durante tantos años.  Basura, que ha destruido el tejido de la Iglesia en América. Y por esta vez tengo el derecho de ser Católico y Romano, sin su persecución. 

Cada uno de nosotros, que somos católicos desde el nacimiento, aquellos que lo son recientemente y los que me escriben continuamente y me dicen: quiero ser un católico, pero ¿a dónde voy? ¿con quién tengo que hablar? y ¿dónde puedo obtener la verdad?

¡Qué lástima! ¡Qué fuerza destructiva ustedes han sido!

¡Mi comunidad y yo queremos ser verdaderamente Católicas! Les dejo a ustedes, aquello que piensan que tienen. Pero no pueden dar nada que construya. ¡Todo lo que tocan: destruye!

¡Y ustedes han representado a Jesús como un mujer! ¡Inténtelo con Martin Luther King! Pongan una mujer blanca en su lugar, y miremos lo que pasa...

Inténtelo con Moisés o Mahoma! ¡No! Somos los únicos que pueden ser golpeados en el suelo... ¡y no decimos nada!

Este es un momento trágico en la Iglesia. Y tengo que hacer una declaración. Nosotros vamos a vivir el Catolicismo de la forma que nos ha enseñado la Iglesia. Ustedes no tienen autoridad, no tienen doctrina, no tienen dogma, no tienen a María, no tienen Eucaristía, no tienen el Nacimiento Virginal de María, no tienen moralidad… ¡no hay nada que ustedes tengan, que alguien quiera!

Mi comunidad y yo declaramos a ustedes y a esta nación que somos Católicos Romanos, del Rito Latino, no somos Lefebristas, no somos conservadores. ¡Somos Católicos! Servimos al Santo Padre y queremos continuar sirviendo y siendo fieles a las Verdades y a la doctrina que el Señor nos ha dado. Siendo fieles a nuestro Señor Jesucristo, ¡Señor de todo lo creado! ¡Fieles a Dios Padre y a Dios Espíritu Santo!

Hemos estado escondidos bajo los matorrales por demasiado tiempo. Hemos tomado todo y hemos sido obedientes, pero ¿a qué? ¡A una fuerza destructiva! »

He querido escribir sobre lo que dijo la Madre Angélica ya que es algo que ha pasado desapercibido para el Católico de a pie, pero que sin embargo, ha tenido y continúa teniendo efectos devastadores en el seno de la Iglesia.

Mientras EWTN todavía presenta la auténtica fe, ya no se escucha la voz desafiante de la Madre Angélica llamando a la cultura de la muerte y a los liberales modernistas una rasgadura que lacera a la Iglesia desde dentro.

Es por eso tan importante que los Católicos levanten la voz ante tanta enfermedad que "lacera" a la esposa de Cristo, nuestra Madre y Maestra. Necesitamos Católicos convencidos de su Fe, Católicos que a una voz estén dispuestos a desafiar a los católicos tibios; una voz que debería ser una fuente de aliento incluso para muchos buenos sacerdotes que permanecen escondidos tras matorrales. Porque de hecho, muchos de nuestros queridos hermanos sacerdotes y laicos han cedido ante el mundo, ante la cultura del mundo, y se han convertido en representantes de lo que se llama hoy en día "La iglesia agradable".

Debemos estar unidos en oración y acción. Sé que el tiempo corre aceleradamente hacia el momento en que los Católicos seamos objeto de persecución a gran escala y hasta de martirio. ¡Pido a Dios que pueda seguir proclamando con valentía las verdades sólidas de la fe que nos ha dado nuestro precioso Señor y Salvador, Jesucristo! Gracias por estar suscrito a la revista de san Miguel Arcángel y al lado de todas las personas que desean vivir la verdadera fe, aquella fe, que no se diluye para hacer únicamente cosquillas a los oídos.