El cardenal Sarah, Prefecto de la Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos en un discurso en el Congreso Sacra Liturgia en Londres, Reino Unido, ha propuesto el primer domingo de Adviento como la fecha apropiada para que los sacerdotes recuperen la costumbre de celebrar la Santa Misa ad Orientem, de cara al Señor.

Hace unos meses en una entrevista de Famille Chretienne afirmó que el Concilio Vaticano II no pidió que el sacerdote mire hacia el pueblo durante toda la Misa. En la entrevista a la publicación francesa continuó explicando que, si bien es adecuado que los lectores miren a la congregación, la situación es diferente para las partes de la Misa en la que el sacerdote y la congregación están tratando directamente con Dios.

« Pero tan pronto como llegamos al momento en que uno se dirige a Dios – desde el Ofertorio en adelante – es esencial que el sacerdote y los fieles miren juntos hacia el Oriente. Esto corresponde exactamente a lo que querían los padres conciliares ».

A los sacerdotes que piensan que están obligados a celebrar la misa de cara al pueblo, el cardenal Sarah les aseguraba que la celebración ad Orientem es permitida sin necesidad de algún permiso especial.

« Es legítimo y se respeta la letra y el espíritu del Concilio. Como prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, deseo recordar que la celebración Ad Orientem está autorizada por las rúbricas, que especifican los tiempos en que el celebrante debe volverse hacia el pueblo.

Por lo tanto, no es necesario tener un permiso especial para celebrar mirando al Señor »

En Londres ha sido más específico y directo:

« Es muy importante que volvamos tan pronto como sea posible a una orientación común, de los sacerdotes y los fieles vueltos todos hacia la misma dirección – hacia el este o al menos al tabernáculo – hacia el Señor que viene ».

« Así, queridos Padres, les pido que implementen esta práctica en donde sea posible, con prudencia y con la necesaria catequesis, ciertamente, pero también con la confianza de pastor de que esto es algo bueno para la Iglesia, algo bueno para las personas ».

« Su propio juicio pastoral determinará cómo y cuándo esto es posible, pero tal vez comenzando esto el primer Domingo de Adviento este año, cuando esperamos'al Señor que viene'y'que no tardará, puede ser un buen tiempo para hacer esto' ».

La prudencia con la que lo está gestionando es encomiable, que resalta sobre la falta de prudencia para la tergiversación de los textos conciliares y que « arrasaron » con el modo multisecular de celebrar la Santa Misa. Desgraciadamente va a ser complicado en algunos templos nuevos que los sacerdotes puedan llevarlo a cabo, en especial los que parece que no están concebidos para dar gloria a Dios.

La celebración ad Orientem no tiene nada que ver con celebrar en latín, o celebrar según la forma (que no Rito) extraordinaria.