Egipto siempre ha estado asociado con grandes señales sobrenaturales y maravillas.

Fue en la tierra de Egipto en donde algunas de las más sorprendentes señales bíblicas fueron vividas en tiempo de Moisés. El hambre por lo sobrenatural y uno de los más grandes milagros de la Iglesia del Oriente Medio se llevó a cabo en Egipto. Muchos cristianos egipcios (y algunos musulmanes también) creen en el siguiente relato, considerado como hecho histórico.

Esta historia verdadera tuvo lugar en Egipto en el año 679 AD, durante el reinado de Al Muizz, quien fue el primer gobernante Fatimidi [1], de Egipto. El gobierno islámico era ambivalente en el trato a los coptos (cristianos de Egipto cuya iglesia fue fundada en Alejandría, Egipto, por el Apóstol San Marcos), en el que alternaba la simpatía y la tolerancia con la atrocidad y la brutalidad. Por ese tiempo la silla de San Marcos había estado vacante durante unos dos años. Finalmente, los obispos y los dirigentes de la comunidad copta, se reunieron en la Iglesia de San Serguis para escoger los posibles candidatos. Mientras estaban conviniendo, Abraham el Sirio, un hombre dedicado a la religión y a la piedad, entró a la Iglesia y todos, unánimemente, decidieron elegirlo.

Lo llevaron a Alejandría donde fue consagrado como el Patriarca número 62. Abraham era sirio de nacimiento, rico mercader que visitaba Egipto varias veces y que finalmente decidió quedarse ; conocido por su bondad, devoción y amor por los pobres.

Después de su ordenación, distribuyó la mitad de sus riquezas entre los necesitados y empleó la otra mitad en construir Iglesias en todo Egipto.

En lo que respecta a Al-Muizz, era conocido por su tolerancia e interés en los debates de los asuntos religiosos, era un hombre iluminado y a menudo invitaba a líderes religiosos a debatir en su presencia.

En una de esas reuniones, el Papa Abraham, líder espiritual de los egipcios cristianos ortodoxos, debatió con un adversario que se llamaba Jacob Ibn Killis. El Papa copto lo superaba en elocuencia en el debate. Su adversario tramando venganza, citó un versículo del Nuevo Testamento en el que Jesús declaraba : "si tienen fe como un grano de mostaza, dirán a este monte : Desplázate de aquí allá, y se desplazará". (Evangelio según San Mateo 17 :20 y según San Marcos 11 :23.) Le enseñó este versículo al Califa y le persuadió que retara al Papa (este nombre fue dado al religioso de la comunidad copta) para que hiciera mover la montaña Muqattam, en el Este del Cairo, si tenía la fe del tamaño de un granito de mostaza.

El califa pidió al Papa copto que demostrara la veracidad de su fe, moviendo la montaña Mokattan. (El califa vio en esta una oportunidad para librarse de Mokattam, que le molestaba a su vista. Así mismo, si los coptos se encontraban desprotegidos, significaría que la religión cristiana era falsa y que podían ser destruidos).

Cuando Abba Abraham le afirmó que era verdad, Al-Muizz lo retó para probarlo, o de    lo contrario los coptos serían pasados por la espada. El Papa le pidió un plazo de tres días.

La situación era deplorable. La vida de su gente pendía de un hilo.

Fue directamente a la Iglesia de Santa María, mandó venir a obispos y sacerdotes y los exhortó a orar y ayunar durante esos tres días. Antes del amanecer del tercer día, el Papa, exhausto por la pena y la larga vigilia que había tenido, se quedó adormitado.

La Virgen María vino en su sueño y le preguntó "¿Qué te pasa ?" "Mi Señora, seguramente Tú sabes lo que está pasando", le contestó él. Desde entonces lo consoló y le dijo que, si iba a la puerta de hierro que conducía al mercado, se encontraría con un hombre que llevaba un recipiente de agua y que sería ese hombre quien movería la montaña.

Con su propia fe salió y sucedió como María se lo había dicho : Muy temprano en la mañana, el Papa se apresuró a hacer lo que le dijo María y se encontró con Simón el Talabartero. Le preguntó a Simón qué estaba haciendo tan temprano. Simón le contestó que estaba llevando agua para dar a los enfermos y a los viejos, que no podían acarrear agua, por sí mismos. Le dijo que esa era su práctica de todas las mañanas llevar en su espalda un zurrón de agua para los necesitados, antes de ir a trabajar en una talabartería. Por ese tiempo los cristianos coptos se dedicaban a la artesanía para vivir. Simón trabajaba en una de los talleres de artesanías regados en El Cairo Antiguo.

Cuando el Papa le explicó su propósito, Simón estaba dubitativo, al principio, pero luego que el Papa le contó de su visión, se puso a su disposición.

Un hombre simple, sin grandes vestiduras, sin el brillo del oro o las glorias del mundo, sólo con la Gloria de Dios llevando agua a los necesitados. Al servicio de sus hermanos. Era un hombre con quien Abraham compartía el amor del servicio a los pobres. Ellos compartían un corazón... el corazón de Cristo.

Los dos iban delante de una gran multitud de fieles ; caminaban hacia la Montaña Muqattam. Junto a ellos iba el Califa y su ministro, quien ya había incitado a mucha gente contra los coptos. Abraham celebró la misa y la multitud cantó después de él, el Kyrie Eleison, rogando la misericordia de Dios. Se arrodillaron tres veces, cuando el Papa hizo el Signo de la Cruz con un gesto que abarcaba la montaña de un lado al otro.

La montaña se movió violentamente, como si se tratara de un fuerte terremoto. Y luego comenzó a moverse hacia arriba.

Cada vez que se paraban los fieles, luego de sus plegarias, la montaña se alzaba. Cuando se arrodillaban, la montaña también se bajaba con un sacudón. Esto pasó tres veces y cada vez que la montaña se movía hacía arriba los rayos del sol que se encontraba detrás, pasaban a través del espacio que separaba la tierra de la montaña y fue muy visible para toda la muchedumbre que se encontraban allí reunida.

Ante este espectáculo asombroso, Al Muizz proclamó "Dios es Grande" Volteándose hacia Abba Abraham, le dijo "Es suficiente para probar que su fe es verdadera".

Naturalmente este evento milagroso causó tumulto entre la muchedumbre. Cuando se restableció el orden, Abba Abraham buscó a Simón, quien se encontraba escondido detrás del Papa durante las oraciones, pero no pudo encontrarlo en ninguna parte.

Nunca se volvió a ver a Simón. En la creencia popular se pensaba que desapareció para evitar recibir glorias y créditos por el milagro. Ahora en Egipto es venerado por cristianos y muchos musulmanes, como San Simón el Talabartero – San Samaan en árabe, y se le dedicó un monasterio después de cerca de mil años, luego de este milagro de mover la montaña.

Después de que la montaña se movió, el Califa, quien todavía temblaba de miedo, abrazó efusivamente al Papa y esto marcó el inicio de una larga amistad entre los dos. El Califa le pidió al Papa que escogiera su regalo. Después de pensarlo, el Papa dijo que le diera permiso para renovar algunas Iglesias, especialmente la de San Mercurio en Babilonia, que se encontraba en lo que hoy es el antiguo Cairo. Esa Iglesia que estaba parcialmente destruida, se había convertido en una bodega de azúcar.

El Califa le ofreció fondos del tesoro del estado para la reconstrucción de la Iglesia, pero Abraham no le aceptó : "El, cuya Iglesia estamos reconstruyendo no necesita el dinero de este mundo y puede ayudarnos hasta que terminemos el trabajo", dijo Abraham. El Papa también decretó que el período de gracia de tres días, que había pedido al Califa y que él y los Obispos y los sacerdotes los emplearon en ayunar y orar, fuera un período regular de ayuno a ser observado por los coptos anualmente.

Esos días se añadieron a los cuarenta días de ayuno que se observaban antes de Navidad, convirtiéndose el ayuno de Adviento en un período de 43 días, que comienzan el 25 de noviembre. Poco después de que ocurrió este milagro, Al Muizz decidió convertirse al Cristianismo. Se mandó a construir una pila bautismal en la Iglesia de San Mercurio, lo suficiente- mente grande para que entrara un adulto. Esta fuente sigue existiendo hasta nuestros días y se llama "Maamoudiat Al-Sultan", que significa "El Bautismo del Sultán".

El monasterio y una hermosa catedral hecha en la cueva, reposan en un pueblo de recolectores de basura llamado Zabbalin. Este pueblo se estableció en 1969, cuando los recolectores de basura de El Cairo, muchos de los cuales son cristianos por tradición, fueron traslada- dos a una de las elevaciones de la Montaña Mokattan.

Al final del "pueblo de la basura" se encuentra un lugar inesperado, sorprendente, hermoso, un vasto espacio que yace a las faldas de la montaña, con impresionantes tallas coloridos, hechos por el artista polaco que decoró la montaña del milagro. La obra de arte presenta historias de la Biblia como la huida de la Sagrada Familia a Egipto. La catedral lleva el nombre de San Simón, para conmemorar que la montaña se movió, en noviembre de 979. Se dice que allí se siente que se mueve el Poder de Dios. Los creyentes de Egipto imploran a Dios para que ocurran nuevamente más milagros, por lo que no debe sorprendernos el siguiente relato.

"Un Gran Signo Moderno y una Maravilla"

Un amigo árabe de la Vieja Ciudad de Jerusalén, recientemente me contó emocionado "Todo Egipto está alborotado con un milagro".

El autor confirma la validez del milagro por medio de un sacerdote copto egipcio de alta jerarquía, que vive en Londres. También llamé por teléfono a El Cairo, para confirmar la validez de la reciente señal y maravilla que ocurrió en Egipto y la cual se reportó en todo el Oriente Medio, aún por televisión, de acuerdo con este confiable sacerdote egipcio.

"El reporte que han escuchado, dijo mi amigo de El Cairo, es muy conocido en Egipto. Todos y eso incluye a los musulmanes, lo comentan.

¡Algunos de la Iglesia están escépticos, en verdad siempre han sido escépticos en cuanto a los milagros ! Pero nuestro Dios bien puede hacer esto, porque hay hambre, una gran hambre de la presencia real de Dios y sus milagros en Egipto".

De acuerdo con el reporte, un egipcio mató   a su cuñada para heredar dinero de la familia. Decidió enterrarla viva con sus hijos, para que ellos no heredaran tal dinero.

Milagrosamente, los dos niños fueron rescatados vivos y aprehendieron al tío. Un reportero entrevistó en la prisión al asesino y también a uno de los niños rescatados. Los siguientes detalles sorprendentes se escucharon en el relato de la televisión, de acuerdo con el sacerdote egipcio :

Dos niños fueron encerrados en una tumba y abandonados por su cruel tío hasta que murieran. (En verdad, mucha gente pobre vive en los mausoleos de El Cairo, en la llamada Ciudad de los Muertos). Alguien que caminaba por allí escuchó el ruido y los rescató.

¿Cómo sobrevivieron diez días sin agua y sin comida ?

A esto el niño mayor replicó. Cada noche un hombre venía y despertaba a mi Madre para que le diera leche al Bebé. Cascadas de Luz salían de este hombre. También me dio de comer dátiles (Se informó que se encontraron las pepas de dátil en la tumba y es un hecho que se recuerda, que muchos monjes Cristianos han subsistido por años en el desierto con tan solo dátiles por alimento).

El reportero preguntaba :

¿Quién es este hombre que pudo hacer que una madre muerta alimentara a su hijo ?

A lo que el niño respondió "Yo no sé cómo se llame, pero tenía un hueco en cada una de sus manos".

En ese punto el entrevistador carraspeó :

Te das cuenta que estás describiendo al Profeta Issa (el nombre islámico de Jesús).

Repentinamente el programa de televisión fue abruptamente dado por terminado. Egipto no ha parado de hablar de esto.

A continuación, hay comentarios sobre un sacerdote egipcio que verificó que el milagro fue reportado en la televisión : "La historia que potencialmente pudo ser vista por millares de gente, no se repitió en las noticias de los medios, lo que no es absolutamente sorprendente, si se comprende al Medio Oriente.

Parte del milagro es que la historia fue vista por televisión. Tienen que entender que, si la estación que estaba haciendo la entrevista hubiera sabido lo que iba a decir este niño, tengo muy serias dudas de que hubiera sido lanzada al aire, en primer lugar y parece que el gobierno la cortó del aire inmediatamente, impidiendo que saliera nuevamente o que saliera en los periódicos. Puede estar seguro de que una historia como ésta (o de cualquiera de los incontables milagros que Jesús hace en el mundo) no saldrá en la prensa occidental por los medios libera- les y sin Dios (y por el predecible escepticismo occidental entre los cristianos). Los medios del mundo árabe son censurados estrictamente, por lo que este reporte debe ser para ellos una gran sorpresa.

Jesús todavía cura a los enfermos, devuelve la vista a los ciegos y levanta a los muertos, por lo menos en lugares en donde la gente está lo suficientemente necesitada de Él y es lo suficientemente sencilla para creer en Él, cuando se aparece.

Los trabajadores del Oriente Medio le dirán que la mayoría de los musulmanes que reciben a Cristo han tenido un sueño, una visión o la visita real del Señor, capacitándoles para superar el miedo y la opresión. Esto está ocurriendo con miles, pero no parece que podamos oírlo o verlo en las noticias.

Por lo demás, espero que la gente se sienta animada a seguir pidiendo milagros, sueños y visiones que confirman la Palabra que da Vida de Nuestro Señor y Salvador. No temáis, Él ha vencido al mundo.