Así enfrenta Rosa Pich, el desafío de ser viuda y madre de 18

Ha pasado poco más de un año desde que muriera su marido, Chema Postigo, y ella quedase viuda. Un cáncer fulminante se lo llevó. Antes, este matrimonio había tenido que enterrar a tres hijos. La fe, y la intercesión de la Virgen María, han sido siempre la clave para sostener a esta familia de 18 hijos.

Un testimonio que ha dado la vuelta al mundo

Su testimonio ha dado la vuelta al mundo desde hace años. Medios de comunicación internacionales, como la BBC y casi toda la prensa nacional, llamaron a su puerta, entre desconcertados y sorprendidos, por tratarse de la familia europea con el mayor número de hijos escolarizados. Nunca habían ocultado su fe. Más bien al contrario, hablaban de ella como pegamento de toda la familia.

"Lo primero que dijimos era que teníamos que rezar el Rosario en familia. Ella está contenta y está feliz cuando rezamos".

Rosa Pich explicó además esta vida en familia en el libro "Cómo ser feliz con 1,2,3… hijos", que se convirtió en un auténtico éxito de ventas traduciéndose a quince idiomas.

Regalaron 10.000 rosarios en el funeral de Chema

La enfermedad y muerte de su marido se convirtió igualmente en otro testimonio de fe para miles de personas. Más de cinco mil personas acudieron al funeral en Barcelona, y también miles decidieron acompañar a la familia en el que se celebró en Madrid. Rosa, y sus hijos, quisieron dar un recordatorio a los asistentes : un Rosario.

Hasta 10.000 rosarios repartió la familia en el funeral de su padre, Chema Postigo, aprovechando incluso una situación tan dolorosa para dar testimonio de Dios.

En una entrevista en "Religión en Libertad" pocos días después de morir Chema, Rosa explicaba cuál había sido la principal arma que habían utilizado para poder salir adelante. El Rosario, contestó ella claramente. "Hemos intentado vivir cada día, como como con el rezo del Rosario en familia", aseguraba ella.

El Rosario, elemento central de la familia Postigo Pich

"La Virgen siempre que se ha aparecido habla de rezar el Rosario en familia. Ya sea en Fátima, en Guadalupe, en Lourdes, o ahora en Medjugorje. Siempre la Virgen está diciendo lo mismo :'rezad el Rosario'", destaca Rosa Pich.

Esta madre cuenta que "cuando escribí el primer post tras diagnosticarnos el cáncer con metástasis, lo primero que dijimos era que teníamos que rezar el Rosario en familia. Ella está contenta y está feliz cuando rezamos".

Precisamente, la Virgen ha sido también el gran apoyo tras el fallecimiento de Chema. Lo primero que hizo toda la familia, una vez que fue enterrado, fue viajar a Torreciudad y ponerse a los pies de María. Ella ha sido para ellos una verdadera'consoladora de los afligidos'.

Esta vida familiar cimentada en la fe y con un papel preponderante de la Virgen ha sido además su forma de mostrar al mundo la belleza del cristianismo. Contaba Rosa que "la fe es todo, es un regalo, es un don. Cuando venía gente a casa, pues por aquí han pasado budistas, protestantes e incluso masones que nos llamaban porque querían conocernos, les invitábamos a rezar el Rosario, y a la cena. El Rosario era a las 8, y la cena a las 8.30".

"Una fe vivida cada día"

Rosa contaba también que "la fe siempre ha formado parte de nosotros, la hemos ido trabajando en el día a día y a través de las dificultades, y también a través de las risas y las juergas vividas. Es una fe vivida cada día".

"A los niños les decimos que hay que ir a misa cada día y gracias a Dios en el colegio pueden ir a misa. Es lo mejor que podemos hacer en el día. A parte, les decíamos que el demonio está muy cerca ; hay droga, sexo, violencia, y nosotros tenemos que crear un muro basado en la oración para que aquí, en casa, no entre, y lo hacemos rezando el Rosario diario y yendo a misa todos juntos", agregaba.

El sufrimiento es un misterio...

Tenemos que profundizar más. Ahora estamos en Cuaresma, estamos meditando cada día. No entiendes, la gente se rebela. Como un amigo nuestro cuando le comentamos que era un tumor con metástasis, decía,'qué [...] que [...], no puede ser, otra vez a vosotros, otra vez esta cruz, no entiendo nada'. Se rebelaba y decía,'no, no, no, no puedo soportarlo'.

Humanamente nos rebelamos, no entendemos. Nuestra mente es limitada, la gente piensa que el hombre lo puede todo y lo entiende todo. Pero somos tan poca cosa y no podemos entender los planes del Señor. Hay tanta gente rezando por nosotros. No pasaron ni quince días desde que entramos al hospital hasta que murió y la gente nos decía que cómo ha podido pasar esto con tanta gente rezando.

Del cielo caía una cuerda en la que los del cielo tiraban desde arriba y nosotros de abajo, pero al final han ganado los del cielo. No entendemos pero aceptamos. Y vemos tanto bien que está haciendo a tantas personas, lo veo en todos los mensajes que nos mandan y no me he dado tiempo a verlos todos...Gente que nos dice que no practicaba su religión y que ha vuelto al ver esta situación tan límite, y al ver que sonreímos en las fotos. Es un testimonio pero no es algo que haya surgido de repente. Es la fe, pero es una fe que la hemos vivido y madurado. Yo vengo de una familia cristiana, de una familia de 16 hermanos, mi marido de una de 14.

Hemos intentado vivir cada día, como con el rezo del Rosario en familia, que es el recordatorio que hemos dado en el funeral en Barcelona y este viernes en Madrid.

La Virgen siempre que se ha aparecido habla de rezar el Rosario en familia. Ya sea en Fátima, en Guadalupe, en Lourdes, o ahora en Medjugorje. Siempre la Virgen está diciendo lo mismo :'rezad el Rosario'.