Celebramos la canonización de uno de los convertidos más relevantes de la Historia de la Iglesia. La canonización de Newman (1801-1890), el primer inglés santo que vivió en Gran Bretaña, que pasó a ser anglicana en el siglo XVI.

Un Cardenal antiliberal

Fue Paulo VI quien describió el viaje de fe de Newman como « el más grande, el más significativo, el más decisivo que el pensamiento humano haya jamás realizado en la edad moderna » (Acta Apostolicae Sedis, vol. 55, 1963).

La actualidad de Newman está en su diagnóstico de los males presentes en su época y en aquella por venir, como así también en los planes que elabora para poner remedio a los males presentes y futuros.

Al error del liberalismo en el ámbito religioso, él lo consideraba « una gran catástrofe », una « trampa mortal », que se estaba extendiendo por toda la tierra :

« El liberalismo en el campo religioso es la doctrina según la cual no existe ninguna verdad positiva en la religión, sino que un credo vale tanto como otro, y ésta es una convicción que cada día adquiere más crédito y fuerza. Es contrario al reconocimiento de una religión como verdadera. Enseña que todos debemos ser tolerantes, porque para todos se trata de una cuestión de opinión. La religión revelada no es una verdad, sino un sentimiento y una preferencia personal ; no es un hecho objetivo o milagroso ; es un derecho de cada individuo de hacerle decir todo aquello que afecta a su fantasía. La devoción no se fundamenta necesariamente en la fe. Se puede frecuentar la Iglesia protestante y la Iglesia católica, sentarse en la mesa de ambas y no pertenecer a ninguna. Se puede fraternizar y tener pensamientos y sentimientos espirituales en común, sin ni siquiera plantearse el problema de una doctrina común o sentir la exigencia. Ya que entonces la religión es una característica tan personal y una propiedad tan privada, se debe absolutamente ignorarla entre las personas. ¿Si también uno cambiara de religión cada mañana, a quien ello debería importarle ? Indagar sobre la religión del otro no es menos indiscreto que indagar sobre sus recursos económicos o sobre su vida familiar. La religión no es en absoluto un nexo de la sociedad » (Biglietto Speech, texto de agradecimiento a la congratulación del protocolo por la entrega del capelo cardenalicio concedido por León XIII en mayo de 1879).

Conciencia y obediencia

La conciencia es un juicio, pero no « un juicio sobre una verdad especulativa, ni una doctrina abstracta, sino que tiene un peso directo sobre la conducta, sobre lo que se debe o no hacer. Según Santo Tomás, "la conciencia es el juicio práctico o dictado de la razón por el que juzgamos en un momento dado lo que debe hacerse porque es bueno o evitarse porque es malo" ». Es preciso obedecer a la conciencia : « Quien obra contra su conciencia pierde el alma ». Pero aunque la conciencia es « un principio implantado en nosotros ya desde antes de que se nos brinde formación (…) esa formación y experiencia es necesaria para fortalecerla, madurarla y formarla debidamente ».

En resumen : podríamos decir que en la Carta al duque de Norfolk, Newman advierte contra dos clases de idolatría : en primer lugar, la que coloca la obstinación, disfrazada de conciencia, por encima de la ley divina a la que debe ajustarse todo juicio de conciencia. Y en segundo lugar, la papolatría, que considera al Sumo Pontífice dueño y no siervo de la verdad divina. El Concilio Vaticano I reitera que el Papa es la cabeza visible de la Iglesia militante. La Cabeza de la Iglesia es Nuestro Señor Jesucristo, a cuya divina Revelación deben ajustarse las enseñanzas y acciones del Papa.

Militancia Cristiana

¿Pero acaso os envió Dios al mundo, a diferencia de otros hombres, para estar ociosos en lo espiritual ? ¿Es vuestra única misión buscar satisfacciones en una tierra donde sois peregrinos y viajeros de paso ?

El combate es señal genuina de un cristiano. El cristiano es soldado de Cristo, no otra cosa. 

Qué diferente será nuestra imagen de las cosas cuando muramos y pasemos a la eternidad, respecto a los sueños e imaginaciones que nos engañan ahora !¿Qué hará el mundo entonces por nosotros ? ¿Rescatará nuestras almas del Purgatorio o quizás del infierno ? 

¡Desgraciados los que han muerto sin cumplir su misión, los que llamados a la gracia han vivido en pecado, los que invitados a adorar a Cristo han preferido el mundo incrédulo y loco, los que convocados a luchar han permanecido ociosos, los que invitados a ser católicos se han detenido en la religión de sus padres !

¡Triste destino el de quienes recibieron dones y no los han usado o los han usado mal ; alcanzaron riquezas y las gastaron sólo en sí mismos ; tuvieron talento, y defendieron lo pecaminoso, ridiculizaron lo verdadero o sembraron dudas contra lo sagrado

Desarrollo Cristiano

Luego, si ahora existe una forma de cristianismo tal que se extiende por todo el mundo [...] Que se halle bajo el poder de soberanos y magistrados ajenos a su fe de diversos modos. Que naciones florecientes y grandes imperios, que profesan o toleran el nombre de cristiano se sitúen en contra suya como adversarios. Que escuelas de filosofía y de estudio apoyen teorías y lleven a cabo conclusiones hostiles a ella, y establezcan un sistema exegético subversivo sobre sus Escrituras. Que haya perdido iglesias enteras a causa del cisma y se le oponen hoy día comuniones poderosas que una vez fueron parte suya. Que haya sido del todo o casi desterrada de algunos países. Que en otros esté oculta su línea de enseñanzas, su grey oprimida, sus Iglesias ocupadas, sus propiedades ostentadas [...]. Que en algunos de sus miembros sean degenerados y corruptos, sobrepasados en diligencia, en virtud y en dones intelectuales por los mismos herejes a los que condena. Que abunden las herejías y haya obispos negligentes sin autoridad propia. Y que entre sus desórdenes y sus temores haya una sola voz cuyas decisiones espera con confianza el pueblo, un nombre y una sede a la que miran con esperanza, y aquel nombre sea Pedro y aquella sede la de Roma, tal religión no es distinta del cristianismo de los siglos V y VI.

Solución Crisis Modernidad

La conversión de Newman a la edad de quince años fue un giro hacia Dios, no sólo como una forma de creencia o de pensamiento, sino como la de Aquel cuya presencia habitual percibía, y cuya "Voz" oyó "hablar tan claramente en mi conciencia y en mi corazón."

« Cuando tenía quince años (en el otoño de 1816) se produjo en mí un gran cambio interior (…). La acepté de inmediato y pensé que la conversión interior de la que yo era consciente, (y de la que estoy más seguro de que tengo manos y pies,) duraría hasta la vida futura (…).No creo que esta convicción me llevara a no esforzarme en agradar a Dios. (…) Pero pienso que (…) y en hacerme descansar en el pensamiento de dos y solo dos seres absoluta y luminosamente auto evidentes : yo y mi Creador (…). »

Conclusión : Un Desierto Diferente

Si la corrupción de los mejores es la peor (corruptio optimi pessima), entonces "lo peor" sólo será posible, una vez que "lo mejor" haya hecho su aparición. Esto significa que el eclipse de Dios sólo ha sido posible desde la Encarnación, y de que sus efectos hayan sido suficientemente madurados durante el transcurso de la historia. La crisis de la modernidad es la herejía arriana, sumada al desarrollo de una tecnología bajo la falsa primacía de la conciencia.